lunes, 7 de septiembre de 2009

Marog (septiembre 1994)


La mayoría de nuestras alegrías obedecen a detalles, no obstante también las tristezas.
Un detalle que se olvida puede delatarnos, como también podría destacarnos ante los demás.
Detalles unen sentimentalmente, mas irremediablemente, logran separarnos.

En una investigación, por ejemplo, un detalle es un indicio que podría conducir a la verdad.

Si nos preocupáramos más, en cuidar el manejar los detalles.
¿Cuantos negocios no haríamos?
¿Cuántas más alegrías disfrutáramos?
¿Qué de errores dejaríamos de cometer?
Francamente, la vida se compone de detalles.
¿Cómo darnos cuenta?...
¡Allí está el detalle!

Marog.
Septiembre 1994.

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