jueves, 17 de septiembre de 2009

por hoy...mi ultimo canto (a Victor Jara) 2009


A Víctor
Una voz, un cantautor, un luchador,
… un hombre, solo eso, un hombre.

Te han cortado las manos,
te han roto tus latidos,
te han cercenado la voz… ¡ Y sin embargo cantas ¡
Tus cuerdas se callaron… pero nunca para el minuto perenne…

…las cuerdas que gritaban...

Chile. Septiembre. Una guitarra reposa
sobre la orilla.
¡ El cántaro está roto hermano ¡
Contaba la noticia…
Y una lágrima de rabia,
rodaba por el mundo…
¡ Se rompió el beso, se calló la brisa por un minuto ¡
…se lo llevaron, amigo, se lo llevaron.

Las lágrimas quedaron como gladiadores gigantes
empotrados en la arena… como esperando…

Los militares se lo robaron,
se lo mataron al pueblo…

¡ Pero No ¡¡¡
¡ Allí viene ¡
Lo trae la brisa, lo trae el mar, la tierra, el aire,
sin manos, sin voz…

Y entonces, la imagen de un hombre cercenado, mudo,
dirigiendo con muñones su penúltimo canto
ante un estadio repleto de miedos,
nos envuelve.

Tu muerte es imposible.
mientras alguien quiera libertad,
mientras existan mesas vacías y niños con hambre,
tu penúltimo canto estará junto a nosotros.

Y un día… Víctor,
te levantaras, junto a Pablo, con Salvador y Luis
y Ernesto y Simón y Martí y todos,
y todos entonces sí,
entonaremos juntos nuestro último canto,
¡ El canto hermoso de ser libres ¡

Simón Oliveira
Septiembre 2009

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La Ultima estrofa de VICTOR JARA 1973


Víctor Jara

Canto porque cada vez, cada minuto siento más profundamente en mí que los dolores y las esperanzas de la gran mayoría, no solo de mi país, sino del continente golpeado por siglos de explotación tienen que alcanzar por fin, su camino, que lo lleve a la alegría de vivir, a la justicia y a la libertad.

Víctor Jara.


Durante el tiempo que estuvo preso en el estadio-cárcel, y antes de cortarle las manos. Víctor Jara compuso su canción última, gracias a sus compañeros que a fuerza de repetirlo y memorizarlo, se logro su publicación en la revista “Crisis”.


“ESTADIO DE CHILE”
Somos cinco mil
aquí en esta parte de la ciudad.
Somos cinco mil.
¿ Cuántos seremos en total en las ciudades
Y en todo el país ?
Somos aquí diez mil manos
que siembran y hacen andar las fábricas.
Cuanta humanidad
con hambre, frío, angustia, pánico,
dolor, presión moral, temor y locura.
Seis de los nuestros se perdieron en el espacio
e las estrellas,
uno muerto, uno golpeado como jamás creí
se podría golpear a un ser humano,
los otros cuatro quisieron quitarse todos los temores,
unos saltando al vacio,
otros golpeándose la cabeza contra el muro.
Pero todos…, todos, con la mirada fija de
la muerte.

Que espanto causa el rostro del fascismo,
llevan a cabo sus planes con precisión certera
sin importarles nada.
La sangre para ellos son medallas,
la matanza es acto de heroísmo.

¿ Este es el mundo que creaste, Dios mío ?
¿ Para esto tus siete días de ascenso
y de trabajo ?

En estas cuatro murallas, solo hay un número
que no preocupa.

Que lentamente quería más la muerte.
Pero de pronto me golpea la conciencia
y veo esta marca sin latido
pero con el pulso en las máquinas
y los militares mostrando su rostro
de matrona llena de dulzura.

Y México y Cuba y el mundo
que grita esta ignominia.

Somos diez mil manos que producen.
¿ Cuántos somos en total en mi patria ?
La sangre del compañero Presidente
golpea más fuerte que bombas y metrallas.
¡ Así golpeará nuestro puño nuevamente ¡

¡ Ay, canto que mal me sales ¡
¡ Cuanto tengo que cantar, espanto ¡
Espanto como el que vivo
como el que muero, espanto.
Debe verme entre tanto y tantos
momentos del infinito
en que el silencio y el grito
son las metas de este canto.

Lo que veo nunca vi
lo que he sentido y siento
harán brotar el momento…

Víctor Jara
Septiembre 1973
Ver carta abierta a Víctor Jara.