viernes, 13 de noviembre de 2009

Marog (octubre 1994)



EN FRANCA COMUNICACIÓN

“Que triste se ve la lluvia, en las casas de cartón”…
Así cantó Alí Primera, ¡y cómo olvidar su canto!
En las casas de estructuras sólidas, el sonar de la lluvia, tenuemente se percibe; al caer la llovizna se torna agradable al ambiente, encender la televisión, comer galletas y tomar chocolate es una estupenda propuesta.
Mirar el llover a través del cristal de una ventana, resulta romántico, melancólico, pero a fin de cuentas se respira tranquilidad.

En las casas de cartón es diferente; llover significa mezclar el miedo con el frio, sentir la excitación que produce el chupar del agua en el viejo cartón.

“Hay una gran diferencia en ver la lluvia de lejos y sentirla tan cerca”.

Un cómodo yantar de un hogar hace a la lluvia una linda bendición; en los cerros, la inocencia de los pequeños la convierten en diversión, y yo francamente hablando coincido con el cantor… “Que triste se oye la lluvia en las casas de cartón”

Marog
Octubre 1994

miércoles, 11 de noviembre de 2009

CUANDO YO ME VAYA (Carlos Boaglio)



pintura de: simon oliveira.


A veces recibimos correos de muchos amigos enviándonos presentaciones extraordinarias, de ellos recuerdo el de Neruda, Gabriel G. Márquez, otros de una hermosa religiosidad, algunos como la matanza de delfines que nos dan mucha rabia, en fin, pero hay algunos que se quedan en nuestro correo como recordatorio de que somos la creación más perfecta (aunque por lo del libre albedrio, no nos comportemos como tal), de DIOS.
Este lo acabo de recibir y tiene una especial ternura para los que como yo, nos acercamos por la edad, cada vez un poco más al final de una hermosa existencia.

Dios me permita seguirla disfrutando… junto a ustedes.

Los quiero
simón

“CUANDO YO ME VAYA”
Carlos Alberto Boaglio.

Cuando yo me vaya,
no quiero que llores,
quédate en silencio,
sin decir palabras,
y vive de recuerdos,
reconforta el alma.

Cuando yo me duerma,
respeta mi sueño,
por algo me duermo,
por algo me he ido.

Si sientes mi ausencia,
no pronuncies nada,
y casi en el aire,
con paso muy fino,
búscame en mi casa,
búscame en mis libros,
Buscame en mis cartas,
y entre los papeles
que he escrito apurado.

Ponte mis camisas, mi sweater, mi saco
y puedes usar todos mis zapatos.
Te presto mi cuarto, mi almohada, mi cama
y cuando haga frio, ponte mis bufandas.

Te puedes comer todo el chocolate
y beberte el vino que deje guardado.
Escucha ese tema que a mí me gustaba,
usa mi perfuma y riega mis plantas.

Si tapan mi cuerpo, no me tengas lastima,
corre hacia el espacio, libera tu alma,
palpa la poesía, la música, el canto
y deja que el viento juegue con tu cara.
Besa bien la tierra, toma toda el agua
y aprende el idioma vivo de los pájaros.

Si me extrañas mucho,
disimula el acto,
búscame en los niños,
el café, la radio
y en el sitio ese
donde me ocultaba.

No pronuncies nunca
la palabra muerte.

A veces es mas triste vivir olvidado
que morir mil veces y ser recordado.

Cuando yo me duerma,
no me lleves flores
a una tumba amarga
grita con la fuerza
de toda tu entraña
que el mundo está vivo
y sigue su marcha.

La llama encendida
no se va a apagar
por el simple hecho
de que no esté más.

Los hombres que viven
no se mueren nunca,
se duermen a ratos,
De a ratos pequeños,
y el sueño infinito
es solo una excusa.

Cuando yo me vaya, extiende tu mano,
y estarás conmigo sellada en contacto,
y aunque me veas, y aunque me palpes,
sabrás que por siempre
estaré a tu lado.

Entonces, un día
sonriente y vibrante,
sabrás que volví
para no marcharme.


http://www.carlosboaglio.com.ar

lunes, 9 de noviembre de 2009

Epigrama (Ernesto Cardenal)



pintura:simon oliveira (campesina)


EPIGRAMA
Ernesto Cardenal


Al perderte yo a ti,
tú y yo hemos perdido:

yo, porque tú eras
lo que yo más amaba,

y tú, porque yo era
el que te amaba más.

Pero de nosotros dos,
tú pierdes más que yo:

porque yo podré
amar a otras
como te amaba a ti,

pero a ti nadie te amará
como te amaba yo.

Muchachas que algún día
leaís emocionadas estos versos

Y soñéis con un poeta

Sabed que yo los hice
para una como vosotras

y que fue en vano.