martes, 3 de septiembre de 2013

“Se todos los cuentos” (León Felipe)


“Se todos los cuentos”

(León Felipe)

 

Yo no sé muchas cosas, es verdad.

Digo tan solo lo que he visto.

Y he visto:

que la cuna del hombre la mecen los cuentos,

que los gritos de angustia del hombre

los ahogan con cuentos,

que el llanto del hombre lo taponan los cuentos,

que los huesos del hombre los entierran los cuentos,

y que el miedo del hombre…

ha inventado todos los cuentos.

Yo sé muy pocas cosas, es verdad

Pero me he dormido con todos los cuentos…

Y sé todos los cuentos…

domingo, 18 de agosto de 2013

Bendición Mamá


BENDICIÓN MAMÁ
 
Madre, está lloviendo…
Como no recordarte a cada instante
si habitas en mi pensamiento…
 
Hace poco fue mi cumpleaños
en cada uno de ellos, qué  ya son bastantes,
y apenas saliendo el sol,
llegabas silenciosa a mi habitación,
yo me hacía el dormido
y dejaba la puerta medio abierta para escuchar tú canto:
“Estas son las mañanitas que cantaba el Rey David…”
tus brazos en alto como también cantándole a Dios…
y luego tú abrazo, acompañado de un beso,
y las palabras:
“Que el Señor te colme de bendiciones.…”
hoy, la tristeza y tú recuerdo lo han convertido en lágrimas.
 
Madre: que largos se hacen los escalones
Cuando es solo tu recuerdo el que me acompaña…
 
…y pensar que durante años,
además del cansancio sin quejas,
llevaste sobre tus hombros
la ausencia de aquel viejo cumanés
que pasaba noches enteras
sobándote la espalda adolorida
del trajín cotidiano.
 
Ahora, que no te encuentro,
te entiendo cuando me decías,
con tu voz campesina:
“Sabes hijo, anoche soñé con Domingo,
lo vi un poco flaco… ¿será que no come bien?
…pero aún conserva su pícara sonrisa,
le hable de tus hermanos
y les mandó su bendición.
…luego hijo, se me fue alejando con la mano en alto
como quien dice hasta pronto,
mientras sus dedos dibujaban en el aire un corazón…”
 
Y en tu conversa, tratabas de ocultar tu rostro
para no mostrarme la lágrima
que se paseaba por los pliegues de tus ojos.
 
Madre:
Como me pesa tu ausencia
en esta casa tan grande…
 
Hasta hace poco hablábamos
sobre el color de las paredes,
recuerdo que te encantaban
el marfil y el blanco;
en cambio a mi me gustaban los verdes...
… y hoy esas paredes
se cubren de moho
y se escarchan por los sollozos
que se anidaron en ellas.
 
Madre:
Que inmensa es la soledad
en esta solitaria casa…
 
Ahora, en la mañana me  levanto
como sonámbulo,
persiguiendo la fragancia
con que inundabas de amor toda la casa,
bajo las empinadas escaleras,
que tú con tu paciencia,
subías y bajabas todos los días;
abro la puerta y me encuentro con una cocina vacía,
y el polvo acumulado por tu ausencia
me susurra:
“no, ese aroma no es el café de tu madre”
…entonces caigo en cuenta
que el olor proviene de la vecina
que sin querer
fabrica mis lágrimas mañaneras.
 
Madre, está lloviendo.
Que triste es la tristeza
cuando se hace permanente…
 
Preparo un agua que apesta a café
y me hago acompañar por ella,
voy copiando la rutina de todos tus días:
abro la puerta de los dormitorios
y veo perfectamente las camas tendidas,
acobijadas de polvo,
sin el sudor de una arruga
que indique el calor
de un cuerpo amanecido.
 
Tus armarios están vacíos,
tu hermosa ropa de fiesta que cuidabas tanto,
se fue de viaje…
 
Y sonrío al recordarme de aquella gatita que parió en tu closet,
sobre las sábanas limpias  
tu primera impresión fue de molestia
…y terminaste cuidándola durante dos meses.
 
Madre:
Como no atragantarme de sollozos
por culpa de tu ausencia.
 
Bajo hasta el patio para regar las plantas,
y recuerdo lo común que era
discutir sobre la belleza de tus flores.
…Y todo porque a mí no me interesaban…
creía que había otras cosas más importantes.
 
Me recuerdo tu insistencia con las orquídeas
y mi pretexto de no regalártelas
pensando en lo costoso que eran.
…Que triste es pichirriar el cariño.
 
Y hoy,  en un gesto tardío de “discúlpame”…
todas las ventanas están llenas de ellas,
los tiestos de flores se recuestan en cada uno de los escalones,
y lo que es el patio, todas las mañanas se tiñe de fiesta,
retozando los verdes con los rojos, los amarillos con las avispas,
y la lluvia salpicando juguetona sobre sus tiesas hojas
haciendo un suave murmullo
llenando de arco iris el baile de las abejas.
 
Madre, está lloviendo
Y estas son tus  flores.
Aunque no estés para mimarlas, te las mimo yo,
Aunque no consigas acariciarles sus pétalos, se los acaricio yo,
Aunque no alcances para cortarles las hojas heridas por el tiempo
yo estoy para cortarlas…
 
Y estoy para contarles, mientras rocío sus hojas,
que tuve una viejita que las amó mucho,
que era hermosa como son ellas
y que todos los días, a pesar de mi tristeza,
sigo sintiéndola en sus perfumes…
…dándome sus bendiciones.

 

Simón Oliveira
17 de agosto 2013

domingo, 4 de agosto de 2013

Para todos los padres

Dedicado a Geraldine
Para todos los padres
(Porque hoy… y siempre es su día)
 
De repente un berrido
rompe la pequeña calma lograda
después de muchas horas de insomnio.
 
Me paro para ir al baño
y mi mujer, tambaleándose de sueño
se dirige a la cocina.
 
Miro el reloj y un “coño” se me escapa
al ver la hora,
son las cuatro y media,  y a las seis
debo salir para el trabajo;
bueno ni modo…
¿Para qué volverme a acostar?
 
Bajo también a la cocina
y la veo medio dormida
batiendo la leche y preparando el café.
 
Me mira soñolienta…y la abrazo,
casi como una queja me dice:
“Papi, estoy cansada,
ya había olvidado cómo era esto…”
y bostezando le contesto para tranquilizarla:
“Pronto, mi vida…esto pasara pronto”
 
Nuevamente el berrido de “atención”
retumba en la casa,
corremos los dos
y por poco tropezamos con la puerta.
 
Alcanzo los primeros escalones
y ella como puede  me atrapa por la cintura
tan solo para indicarme que apague la olla del café.
 
Al volverme, algo se interpone entre mis pies
Y por escaso margen
mi cabeza esquiva el dintel de la puerta.
 
Llego a tiempo para apagar la hornilla, y salgo,
no sin antes recoger  una muñeca
que pudo ser la causa de mí “presunto suicidio”.
 
Vuelvo a subir la escalera y otro grito me acorrala:
“¡Tráete el tetero!!!
…y regreso corriendo a buscarlo en la cocina,
gran sorpresa, había apagado otra hornilla,
mientras el café recalentado re borbotea
manchando estantes, baldosas y gavetas,
escucho…
“¡el tetero! ¡el tetero!”
 
Y el grito me recuerda a Tatú,
el enano de la “Isla de la fantasía”,
voy p´arriba nuevamente.
 
Al llegar al final de la escalera:
dos ojos morenos a medio cerrar me recriminan:
“Papá tengo sueño”…
 
¡Carola, cariño!, ¿Qué haces despierta?
“papá tus gritos no me dejan dormir”
Carola… yo nunca grito…
 
Y nuevamente compartimos la angustia:
¡Qué pasó con el tetero!
grita mi mujer, insistentemente
acompañada del horrible berrido…
 
Tomo a mi niña con una mano
y en la otra llevo el biberón,
entro a mi habitación y allí,
casi dormida, dándole teta al bebé,
esta mi mujer…
 
…y mi hija sin pensarlo dos veces
se acuesta en nuestra cama…
 
Bueno ni modo…me digo.
 
“Cariño, voy a bañarme y planchar la ropa
para irme al trabajo…”
 
…Y la voz de mi niña, en medio de su sueño me dice:
“Papi hoy es domingo, hoy no hay trabajo…
 
Ahh… y bendición…
…por ser “día del padre”
 
Simón Oliveira
2011
 
 

sábado, 13 de julio de 2013

Necesito de Alguien (Charles Chaplin)

Necesito de Alguien (Charles Chaplin)

Necesito de Alguien
que me mire a los ojos cuando hablo.
que escuche mis tristezas con paciencia y
aún cuando no comprenda,
respete mis sentimientos.

 
Necesito de alguien
que venga a luchar a mi lado
sin ser llamado.

Alguien lo suficientemente amigo
para decirme las verdades que no quiero oír,
aun sabiendo que pueda irritarme.

 
Por eso, en este mundo de indiferentes,
necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa,
desacreditada, casi imposible: la amistad.

 
Que se obstine en ser leal, simple y justo.

Que no se vaya si algún día pierdo mi fortuna
y no puedo ser más la sensación de la fiesta.

 
Necesito un amigo que reciba con gratitud mi auxilio.

Mi mano extendida,
aun cuando eso sea muy poco para sus necesidades.

 
No pude elegir a quienes me trajeron al mundo,
pero puedo elegir a mi amigo.

 
En esta búsqueda empeño mi propia alma,
pues con una amistad verdadera,
la vida se toma más simple, más rica y más bella…

 

Charles Chaplin.

domingo, 7 de abril de 2013

El silencio


El silencio significa:

La capacidad de pensar sin cabeza,

la capacidad de volar sin alas,

la capacidad de caminar sin pies,

la capacidad de observar sin perturbar,

la capacidad de escuchar sin interrumpir,

la capacidad de palpar sin crear incomodidad.

 

La capacidad de disfrutar de la flor

sin robarle su aroma,

y sobre todo la capacidad

de entrar en ti y ver tu realidad.

 

La verdad solo se puede conocer en absoluto silencio.

No solo el silencio de fuera es necesario,

también el silencio interior.

Si al cerrar tus ojos

tu mente está en silencio

la puerta está abierta

para conocer la realidad

que te anima a vivir.

 

Esa es la única realidad

que llena tu alma de luz y claridad.

 

Sin el silencio tu alma

no tiene claridad, no tiene luz.

El silencio es la atmosfera

que el amor necesita para que tu alma brille.

El silencio en un lado y el amor en el otro

le dan alas a tu corazón.

 

Esa belleza y esa armonía han sido pérdidas

debido a la ira, al orgullo…

Esto es lo que significa la falta de silencio.

Todas las preguntas están listas

para ser respondidas,

sin importar que profundas sean.

 

 

Simplemente entra en la paz del silencio,

calma ese mar de deseos.

ese mar de ilusiones,

deja que la calma te invada,

deja que el silencio te posea,

en ese momento lo viejo desaparece

y lo nuevo nace en ti.

 

Recuerda, el silencio

es el vientre de donde nacen los sabios.

Si deseas adquirir sabiduría,

vuelve a nacer en medio del silencio.

Solo así encontraras  tu razón de ser

la razón por la cual has nacido.

 

Siéntate cómodamente

observa a tu alrededor.

No juzgues, detente en tu afán,

observa de nuevo,

comprende que tu vida es un tesoro,

deja tus preocupaciones a un lado.

 

No hay necesidad de llevar un equipaje pesado,

ya tu corazón tiene lo que necesitas

en este viaje maravilloso que es tu vida.

 

Deja el temor y permite que el silencio te posea,

solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz

dentro de ti llamándote a vivir plenamente,

llamándote para darte a conocer

todos los misterios de universo

y no solamente esto,

también esa voz quiere darte a conocer

el secreto de la vida eterna,

pero cuidado, no creas en promesas,

haz que esta se convierta en tu única realidad.

 

Solo en un profundo silencio

Podrás comprender

lo que significa todo esto

y sobre  todo el estar vivo.

 

Ana Osorio

2012