viernes, 23 de abril de 2010

Hola Papá (S.Oliveira) 2010

Montaje: S.Oliveira
Hace días les comenté sobre este escrito, es fuerte…

“Hola papá…

…” Es abril y se acerca mi cumpleaños.
No es miedo lo que siento, hace mucho tiempo lo olvidé en alguna esquina… es más bien una profunda tristeza, hago un gran esfuerzo por no llorar tratando de encontrarme con los recuerdos.
Busco en mi memoria los momentos que pasamos juntos, es increíble que en instantes como este de repente se agolpan todos, se convierten en un carnaval de sucesos, un remolino de fechas, que a veces no sabes si fueron reales o terminamos inventándolos.”

“…Comienzo viéndome con un uniforme de franela blanca y unos monos azules que peleaban por irse al suelo, el helado merendero que casi siempre anidaba en mi franela… Los juegos entre los niños que a veces se convertían en trifulcas y terminaban en lágrimas y mocos sueltos… La joven maestra sonándome las narices, limpiando el barro de mi cara y amarrando unas trenzas que a cada rato intentaban huir de mis zapatos…
Y tú, padre, llegando apurado a recogernos en el Kínder y rogando llegar temprano a la casa para conseguir un puesto en el estacionamiento”.

(- Son las siete de la noche… es muy temprano aún, cada quien trata de ocuparse de sus cosas; unos se recuestan de las paredes…pensativos, otros leen algún papel para distraerse…sin lograrlo.
Y yo…acostado en la cama tratando de escribirte estas palabras. La tensión puede respirarse…
De repente Samuel silba una canción de Oscarcito y entusiasmados comenzamos a corearla, las palmas suenan y poco a poco nos vamos relajando…Volvemos a una tranquilidad engañosa -)

“…Estoy vestido de kaki, algunos cuadernos descansan bajo el brazo, a mi lado va Marlene, una morena de cabellos suaves y unos pechos turgentes, prestos para acariciarlos. Llegamos a la clase de “Castellano” y emocionado le doy a mi profesora el manojo de versos escritos bajo la influencia de una luna llorosa y unos senos húmedos de deseos.
A ti siempre te gusto esa etapa de mi vida, a veces hasta me fastidiabas con tus consejos de frustrado escritor “hijo ponle mas sutileza y menos realidad a esos versos”, pero tú al leerlos frente a la familia, trasmitías el orgullo de tener un hijo poeta.
Nunca se me olvida la vez que llegando temprano a la casa, nos descubriste intentando jugar con la ilusión del amor. Y luego aquel largo sermón “sobre la responsabilidad y el cuidado hacia la mujer”, Pero no fui yo el que lo olvidaba, era Marlene la que desatendiendo tu discurso me empujaba hacia la cama.”

(- Las mujeres tiene prohibido venir estos días, solo Juanita la peluquera, que por cierto no ha vuelto desde hace un tiempo, y eso que le pedí me trajera con urgencia mis cosas, Diego me recordó que ya estábamos perdiendo clientela y lo malo que sería si quebrábamos el negocio -).

…”En aquellos tiempos, además de mal escribir poemas, me gustaba mucho el baile; junto a “el negro” y “Pan de azúcar” formamos un excelente trío para el “break Dance”, en las fiestas nos contrataban para hacer competencias contra otros grupos y casi siempre ganábamos…
…Hasta la televisión fuimos a parar, luego, mataron a “Pan de azúcar”, dicen que para robarles unos “Nike’s” y “el Negro” se fue con su familia para el norte…
Me quede vacío sin mis amigos. Comenzaron mis jubiladas de clase, las mentiras y el engaño para con mamá.
Ese fue el momento cuando el tiempo de los dos se nos hizo corto. Tus ocupaciones le restaban alegrías a nuestra compañía; mis poemas se quedaron sin voz, cuando mi único admirador los enmudeció y nuestras conversaciones se nos dieron de alta… Entonces por mi puerta se colaron nuevos panas…”

(- Son apenas las nueve y media, Samuel prepara unos cigarrillos, fumamos todos. Antonio vigila la puerta, el Jonás está conversando con Mario sobre la posibilidad de quedarnos y esperar, ninguno tiembla, ninguno está nervioso…Y yo les digo que se concentren en lo planeado, que lo que va a suceder está decidido y ya -).

…”En qué momento comenzaron las drogas, no recuerdo. Si sé que una noche salimos a tomarnos unas cervezas, nos embriagamos y al salir de la disco, vimos a un tipo mareado tratando de abrir una “Gran Cherokee”, envalentonados por el alcohol y la marihuana le dimos unos carajazos, en ese tiempo no teníamos armas y le robamos todo… Fue mi primer golpe y como estúpidos novatos nos pusimos a echar pinta con la camioneta, hasta que la policía nos agarró…

Como éramos menores nos mandaron para distintos correccionales, A mí me tocó el del Cementerio. Estaba entrando a otro mundo… Donde la violencia del más fuerte es la ley…”

(- Todavía un nudo aprieta mi garganta, con rabia abro fuertemente los ojos evitando que alguna lágrima me descubra ante mis amigos. Aún sin control le grito a Samuel preguntándole por las armas y él sorprendido me dice que están listas, le pregunto la hora, son las diez y media… poco a poco disimulo la rabia y el dolor contenido…Trato de sonreír y les cuento un mal chiste, todos se ríen de mí como conjurando este mal momento, después de un largo silencio vuelvo a tu carta -)

“…Allí en ese maldito lugar me bautizaron… A golpes un grupo comandados por “el Chino” me violaron frente a uno de los custodios… que no hizo nada por detenerlos. Sangrando me llevaron a la enfermería, eran graves las heridas, antes de perder la conciencia juré para mis adentros que algún día los mataría…
A duras penas aprendí la lección. Ya recuperado tuve que enfrentarme y resistir a golpe los asaltos de los mayores… hasta que aprendieron a respetarme…

Pero papá, nunca se puede olvidar algo así y no es el dolor físico, es un dolor… aquí dentro, en el alma,.. Es como la rabia eterna de perder algo, algo grande…
Por eso a veces cuando me visitabas, casi no podía hablar contigo, se por mama que te preocupabas por nuestra poco comunicación… Era la vergüenza que lo impedía… Y nos cerraba las puertas”.

(- Me detengo un buen rato, mis compinches no se atreven a molestarme. A espaldas mías sé que se ríen de mí obsesión de escribir, hace unos días los escuche decir que “las cientos de páginas que he escrito no cabrían ni en la computadora de Raúl Reyes”; pero sé también que me temen y me respetan, la policía nos llamaba “la banda del escribiente” -)

“… Cuando salí del correccional lo primerio que hice fue obtener un revolver; ya no era la alegría de poseer un juguete nuevo, lo que me impulsaba era una rabia que te sombrea el espíritu, buscaba callar mi pena con la venganza.
Por los panas supe donde vivía el custodio, También me enteré que era él quien introducía las drogas y los cuchillos al correccional, para luego “el Chino” venderlos.
Estuve varias semanas estudiándolo. Un día lo espere a la salida de un burdel…
Y perdóneme papá, sentí la alegría perdida cuando sus ojos temblaron al verme, se arrodilló pidiéndome perdón, me hablo de su familia… y mi rabia bloqueándome el alma me dejó dispararle, primero a las piernas dejándole sentir el dolor que mi cuerpo sintió, luego lo remate… Fue mi primera muerte, fue mi bautizo de sangre…
Sin embargo cuando llegue a la casa llore, llore incansablemente y temblaba, tú con tu tonta dulzura querías llevarme al médico, ignorabas lo que había hecho…
Papá, esa noche crucé la frontera de lo humano y me convertí en bestia.
Lo demás ya no importaba, enfrentamiento con la policía, con otros malandros, robos, asesinatos, visitaba las cárceles y pagaba buenos abogados (delincuentes ellos también)…
Y ahora Padre estoy en esta…”

(- ¡Samuel dime la hora!,
- escribiente son la una y quince de la madrugada-
Tú, Diego avísale al custodio que en una hora tiene que retirarse, que deje los bidones de gasolina donde le dije.
Tú, Marcos llama por teléfono al teniente y dile que a las dos y media vaya a Quinta Crespo y en el bar “la estrella” busque a la “Pichi”, ella lo llevará a su cuarto y le entregará el dinero, luego llamas a la “Pichi” y le dices que sea puntual…
Después te llamas al “Turco”… él sabe lo que tiene que hacer. -)

“… Papá esto es un infierno al que ni Dios puede entrar, somos muchos, demasiados… y todos malos, aquí la ley es la violencia y se impone por la fuerza, lo único que nos protege es la “familia” que aquí formamos, con ella tratamos de protegernos y cualquiera que se atreva con uno, se mete con todos.

Durante los años que llevo aquí he logrado formarme como líder del pabellón “D”, controlamos gran parte del comercio de esta cárcel (drogas, prostitución alcohol, armas), aquí se manejan grandes cantidades de dinero y todos desde el Director para abajo se benefician de nosotros: los presos.

Ahora quiero explicarte, el porqué de esta carta: hace un mes trasladaron a un recluso a mi cárcel, eso es normal todo el tiempo…
Pero pronto el fantasma de aquella sombra que alguna vez oscureciera mi alma, volvió a perturbarme. Es “el Chino”, el mismo del correccional.

Lo colocaron en el pabellón “C”, hable con el “Catire Daniel” el líder de ese lugar y quise pagarle lo que fuera por ese tipo… pero se negó.
De esta forma se convirtió en nuestro enemigo.

Dentro de una hora invadiremos el Pabellón “C”, lanzaremos granadas y gasolina…Exorcizaremos ese lugar…
Estoy llamando a un custodio que deberá mañana, entregarte esta carta

Por si en esto se me va la vida, échame la bendición.
Tu hijo.”

6:15 am
Ultima hora:
Un fuerte motín de inusitada violencia se presento en horas de la madrugada en la cárcel del paraíso, largas llamaradas se distinguían a lo lejos.
Aunque aún no hay cifras oficiales, se teme que la cantidad de víctimas pase de los cien.
Después de tres horas, los bomberos no han podido controlar el incendio.
Un testigo nos comentó que el fuego comenzó en el pabellón “C” y luego pasó al “D”.
Otras fuentes mencionan que se escucharon fuertes explosiones dentro del penal.

Otras noticias:
Encontrados dos cadáveres en un hotel ubicado en Quinta Crespo, ambos estaban desnudos, se presume, por una pistola que estaba en el sitio, que el hombre es un funcionario de la Guardia Nacional.

Simón Oliveira
04 marzo 2010

domingo, 18 de abril de 2010

En Franca Comunicación (marog 04.1995)


Ilustración: F.Maduro

¡El aquí y el ahora!
¿Dónde queda?
Si en un constante correr se va pasando la vida,
aceleramos nuestro ser, alterando con crueldad
hasta el mismo ritmo al respirar.

Vivimos trabajando,
comprometiendo el día a día en faenas interminables
que no agobian, y al final…
el cuerpo, vehículo del que abusamos
y explotamos en la ardua labor,
se niega a conciliar el sueño reparador,
porque según que el stress lo ha sobreactividado.

¡El afán de la vida!
No es más que la tragedia griega: “Laborar por obtener”.
Y yo me pregunto
¿Qué es lo que deseamos?
¿Qué necesitamos?

No sea que transcurra el tiempo,
preocupados y abocados,
en la equivocada idea de atesorar
en función de un futuro
que destruyó un invalorable presente.

Marog
Abril 1995