A veces me preguntas
porque no llamo a tu puerta,
o levanto el teléfono y marco tu nombre…
o te envió un correo…
…y si estoy junto a ti,
porque me mantengo en silencio.
Hoy quiero decirte por qué
me ensilencio contigo…
A veces me gusta recostarme en tu cuerpo
y dejar que las horas silenciosas nos arrullen,
escuchar el latido de tu alma y tú respirar seguro.
Imaginarme palabras que aún no has pronunciado
Y darte mi contesta silenciosa, acariciando tu rostro y tu boca.
Y sobre todo la capacidad de entrar en ti y escuchar tu realidad.
Mi silencio me permite
cuando no estoy contigo:
pensar sin cabeza,
volar sin alas,
caminar sin pies,
observar sin perturbar,
escuchar sin interrumpir,
palpar sin crear incomodidad.
disfrutar de la flor sin robarle su aroma,
La verdad se aprecia en absoluto silencio.
No solo es bueno el silencio de afuera…
…es necesario también el silencio interior.
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio
la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir.
Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad.
Sin el silencio el alma no tiene claridad, no tiene luz.
El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille.
El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón.
Ahora cariño mío
Abrázame y bésame…en este silencio
Ana Osorio
