Si, es cierto…
Hay que dividirnos.
Lo que ayer fue un fuerte nudo
hoy solo son hilachas sueltas
revoloteando locas por el aire.
Si antes disfrutábamos en descubrir
nuevas obras teatrales…
ahora somos personajes de una ópera bufa.
Quienes ayer se esperaban
para compartir la cena,
hoy las sobras frías
alimentan nuestras soledades.
¿En qué esquina perdimos
la acera compartida?
Tal vez fue una mañana de impasible garua
y ambos salimos sin paraguas para compartirnos.
O quizás el sol del mediodía
quemaba inmisericorde la calzada,
y meditabundos confundimos las veredas
del caminar juntos.
O fue que en el instante de cruzar la calle
mi semáforo cambió a rojo…
y se te olvido voltear
para ver donde me extraviaba.
A lo mejor fueron tus celos
que se sumaron a mis rabias
eliminando el placer de multiplicar
nuestros gozos…
o tus ansias de volar sola;
o peor aún… la desidia de acompañarnos
hasta el final del camino.
Hoy hincho el velamen
de mi propia vida…
Tu…
te alejas indolente de mi puerto
para amarar a otra playa…
sin siquiera una pisca de ira, sin rencor,
como si yo hubiese sido tan solo
una huella húmeda de alguien
que salió descalzo de una playa…
fuera de mis sueños.
Ya ves…
Estoy sereno y me siento bien…
cariño, tranquila, tampoco te guardo encono…
Estoy sosegado…
…Está bien…
a lo mejor volveremos a encontrarnos
después de esta tormenta…
¡ah! y cierra por favor la puerta al salir.
¡Pedazo de Zorra!!!
¡Maldita!!!
¡Ojalá te parta un rayo!!!
¡TE ODIO!!!
te odio,
te… odio…
