Te amamos siempre
Hace frio y el silencio me envuelve, la alegría se fue de vacaciones dejándome solitario con la tristeza.
Quiero escribirte unas palabras para que vuelen contigo en este largo viaje que comienza, para reunirnos de nuevo.
¿Pero de qué hablarte que tú no lo hayas soñado? ¿Qué ilusiones cantarle al que me sirvió de coro?
Mejor es callarme y recordar siempre lo bueno que sentimos al estar juntos.
…Como apenas ayer, cuando nos reunimos a escuchar tus cuentos, que inventados o no, me hacían compartir tu risa.
Hoy me ahogo en la añoranza al saber que las noches se me harán morosas esperando tu acostumbrada llamada pidiéndome las bendiciones.
O esos abrazos fuertes que acompañados de sonoros besos me regalabas cuando tropezábamos en las calles de la ahora sospechosa ciudad.
Como me pesa tu ausencia, Como se me atormenta el alma.
Como mi sangre tibia quisiera meterse en tus vacías arterias y así como en tus cuentos reclamarle a la muerte: “Señora se equivoco de puerta, aún ese corazón tiembla de ternura por el hijo que ya viene”.
Y ver cómo te levantas de la sucia camilla, y cojeando un poco de la pierna herida, me abrazas nuevamente, y te beso nuevamente, y nuevamente me dices para sonreír remachados…
“Estoy bien papá… y me voy contigo”.
Hijo… siempre estarás junto a nuestros corazones
Simón Oliveira
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