Carta privada a mi amiga Kenia
Estimada amiga, espero que la estés pasando muy bien, vi tu foto en el facebook, ¡guaoo¡, te ves realmente hermosa …pero extraño tus lentes (ellos te dan un aire de bella intelectual izquierdosa).
Jackeline, igual de linda, con esa carita de picardía, tuvo la gentileza de comentar el escrito “FRAGILIDAD”, me agradó mucho ese comentario y deberíamos continuar buscando que no solo sean divertidas las redes sociales (hace falta reírnos mucho ante un mundo que quizás los nietos de ustedes, debido a la contaminación, no puedan disfrutar) sino que de vez en cuando se trataran temas un poco menos alegres y más preocupantes ante nuestra civilización “descivilizada”.
Pero bueno, dejemos esas ideas para otra ocasión.
Por cierto, es extraño leer lo siguiente: “por medio de la presente, quiero decirte…”, desafortunadamente la tecnología (el teléfono sobre todo) destruyó como incendio voraz las cartas que tantas veces volvíamos a releer (aunque por tu edad y la de jackelin, sospecho que nunca leyeron una), pero quiero comenzar esta así.
Por medio de la presente, te saludo en unión de los tuyos... quiero decirte que estuve de visita en el PREMIO MUNICIPAL, me acompañaron Carmen, Christian, Erika y Bam Bam, disfrutamos mucho el recorrido y…
…Creo haberte comentado que fui invitado como jurado calificador, junto a Perán Erminy, el maestro Alirio Oramas, Gilberto Ramírez, Luis Lizardo y Paul del Rio, a la primera edición del salón, la cual se realizo en el Ateneo de Caracas, el año 1994; gracias a esa costumbre de viejo prematuro que siempre he tenido, guardé como recuerdo y en espera del catálogo, la carta que me envió Aristóbulo Isturiz, para participar en ese evento, porque cuando revise dicho catalogo, coño, mi nombre lo volaron, no creo que haya sido por las desavenencias que tuve con Erminy y Oramas en relación a los premios, prefiero pensar en el “error de Imprenta”.
Disculpa a veces nos ponemos a divagar un poco, cosas de la edad.
Te decía que nos divertimos mucho, sobre todo por las decisiones del jurado, que no se quienes fueron y que me imagino son altos conocedores del arte y de su actualidad. Aunque me parece que tienen detrás el fantasma del crítico Louis Vauxcelles que ofendió a Henry Matisse y André Derain cuando a modo despectivo los llamo “fauves” (fieras=brutos) y luego para su desdicha serian los príncipes creadores del fauvismo.
Logramos entender lo que quiso decirnos Marcel Duchamp, cuando colocó un urinario en el MOMA (1917), al ver la originalidad de una Cédula de Identidad (de ahora en adelante la miraré como quien tiene tan cerca a las señoritas de Aviñón), comprendimos también lo grave de las radiaciones gama, al ver a un tipo con viruelas y despelucado; me quede asombrado al ver el traspaso del Guernica a las torres gemelas. Y siempre pensé que debía existir una diferencia grande entre un bodegón y un Pollock de frutas (léase batido)...Pero logré dar gracias a Dios, cuando vi la obra de Elbio y me recordó que estaba en una sala de arte.
Luego nos detuvimos en el premio de escultura…y me reconcilie con el jurado, la fuerza, el dolor y la angustia se reflejan en… ¿un guerrero? ¿Uno de esos monstruos de pesadillas infantiles, que lucha por llevarnos al averno? o ¿la impotencia de unas cadenas que sostienen a un cuerpo vacio… mientras su alma anda libre?
De verdad una obra de gran belleza espiritual.
Un poco mas esperanzados, nos lanzamos hacia una sala pequeña, allí nos topamos con dos obras que valían la pena disfrutarlas: la síntesis hermosa de un caballo (cuanto se añora a veces la sencillez) y la presencia de dos perros, no pudimos ponernos de acuerdo sobre la causa de la tensión en los cuerpos caninos, yo sostenía que era “quien quería ser el primero en huir sin que el otro lo persiguiera” y Christian y los demás les recordaban el preámbulo de una pelea (bueno ganó la democracia).
Ojo también vimos algo que nos recordó a las vacas locas.
Seguimos nuestro recorrido y llegamos a la sala dedicada a la fotografía: nada del otro mundo, una foto de un corazón abierto (me recordó la exposición sobre el corazón, creo se hizo en el mismo lugar), otra que al ver al niño con los brazos abiertos, me trajo a la mente la foto de Kappa (la muerte del miliciano), no falto las invasiones y una caja oxidada, y la que le gustó mucho a bam bam, una que cuando te acercabas, sonaba una pieza de hip hop, hubo que sacarlo por las greñas.
Un poco más tranquilos, y pensando que lo impresionable quedaba atrás, entramos al mundo caleidoscópico del abstraccionismo (léase: las obras que los neófitos como nosotros, no entendemos), pensé que estaba en el túnel del tiempo creí verme en una exposición de los años 70, ver a un chino Hung, Armado Barrios, Alirio Oramas, Vásquez Brito, Mercedes Pardo,…en fin una vuelta atrás.
No obstante menciono dos obras que me gustaron y eso me recuerda a mi padre, cuando me llevaba a ver “pinturas”, yo le preguntaba por qué unas eran buenas y otras malas, y él con su sapiencia y sencillez de obrero mecánico me decía “una obra es buena cuando te gusta”, las obras en cuestión son: “Bocetos… y “Gestos (en la tarjeta decía gestas) de arboles”.
Un paseo interesante, poca figuración, nulidad de bodegones (debe ser que el jurado considero que era un retroceso), poquísimas pinturas ingenuas (cuando lo más representativo del arte actual es la pintura popular), el paisaje: creo que dos. En fin, más me recordó una tienda de cosas para fiestas que una sala de arte.
Lo mejor (lo que nos gustó a todos) a nuestro entender, además de lo mencionado antes, está: (a todos) una delicada escultura en azul, (Simón) un caballo con un bolívar tomando en vilo a manuelita, (Christian) una piedra cruzada por tres vidrios, (bam bam y Christian) una enorme pantaleta bikini, (a tres) unos utensilios de cocina hermosamente dorados, (Carmen) un tejido en fibras...
Pero la mayor alegría fue pensar en ti.
Te explico: desde lejos se divisaban tres carteras colocadas en un pedestal, y nada, pensamos que te habían aceptado en el certamen, tuve que agarrar a Erika para que no se cayera al correr por la escalera,… Bueno, al leer el titulo, (algo de los yanquis y del petróleo) me di cuenta que nos habíamos equivocado.
Pero en fin, no me sentí extraño en esa exposición, recuerdo algunos años atrás unos árboles de corbata ganaron el primer premio, hace días vi el cuadro, parece que hubiera nevado dentro de la oficina donde está, cuando me acerque a ver el milagro… era puro polvo y hollín lo que se posaba sobre sus corbatudas hojas.
¿Como harán para limpiarlos?
... Misterios de la ciencia.
Bueno mi preciosa amiga, espero que al regresar visites el Salón (a lo mejor tienes una visión distinta a la mía y logres corregir mi equivocación), también te recomiendo la que está en la “Red de Arte” frente al metro de Bellas Artes, es de un viejo amigo: Antonio Nuez, a lo mejor sea como bálsamo para disfrutar todavía el olor a “Tierra Mojada”.
Simón Oliveira.
Septiembre 2009.
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