viernes, 13 de noviembre de 2009

Marog (octubre 1994)



EN FRANCA COMUNICACIÓN

“Que triste se ve la lluvia, en las casas de cartón”…
Así cantó Alí Primera, ¡y cómo olvidar su canto!
En las casas de estructuras sólidas, el sonar de la lluvia, tenuemente se percibe; al caer la llovizna se torna agradable al ambiente, encender la televisión, comer galletas y tomar chocolate es una estupenda propuesta.
Mirar el llover a través del cristal de una ventana, resulta romántico, melancólico, pero a fin de cuentas se respira tranquilidad.

En las casas de cartón es diferente; llover significa mezclar el miedo con el frio, sentir la excitación que produce el chupar del agua en el viejo cartón.

“Hay una gran diferencia en ver la lluvia de lejos y sentirla tan cerca”.

Un cómodo yantar de un hogar hace a la lluvia una linda bendición; en los cerros, la inocencia de los pequeños la convierten en diversión, y yo francamente hablando coincido con el cantor… “Que triste se oye la lluvia en las casas de cartón”

Marog
Octubre 1994

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