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| Regresas a tu ciudad |
El 21 de el mes de julio, trasladamos los restos de Papá, a su nueva morada, más cercana y mas accesible.
A pesar de tenerlo muy cerca de nuestros corazones, la distancia no nos dejaba escaparnos de nuestro trabajo y visitar su tumba con más constancia.
Ahora, podré escaparme un rato y sentarme contigo para escribir mis “tonterías” o tal vez pintar la maravillosa vista de tu ciudad, o simplemente no hacer nada y contemplar el paisaje.
José Antonio tendrá donde tocar su guitarra y siempre contará con tus aplausos.
Julio se asentará a corregir los exámenes de sus alumnos y preparar las próximas clases, sin que nadie lo interrumpa.
Y así todos tendremos la oportunidad de pasar más tiempo contigo.
Bienvenido Papá:
Viejo…
se cumplen diez largos años
de sembrarte en una tierra extraña.
La ciudad que adoptaste
a pesar de su bulla permanente
sus inútiles semáforos
y sus peatones indiferentes…
te extrañaba.
Y el cerro que la protege
al que tantas horas dedicaste
hurgando sus serranías...
recordaba tu presencia.
Hoy al fin estas aquí…
y ya era tiempo.
Aunque nunca te alejaste
de nuestros corazones
se hacía difícil ir a encontrarte.
Hoy estas aquí…
Bienvenido Domingo…
Bienvenido Papá
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