Marog |
Basta tan solo que se rompa un eslabón, para que la fuerte cadena se separe
No hay que negar que las rupturas siempre son dolorosas, aunque a veces necesarias.
Quien desea realmente cortar el “cordón umbilical”…
Sin embargo, sucede que hay ocasiones donde valdría la pena considerar: ¿La muerte de un enfermo terminal?...
Son tan frágiles las emociones y tan fuerte el sentimiento. Por ello pensando lo que vamos a hacer, terminamos haciendo lo contrario.
Una cadena unida refleja fortaleza y protección, de manera que al soltarse se disgrega, perdiéndose en un instante el propósito de la atadura.
Insistir en hallar el eslabón, es un paso para ese volver a unir; tal vez con mayor seguridad y fuerza, antes de que se disperse lo contenido.
Marog
Mayo ‘95
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