jueves, 12 de mayo de 2011

Marog "En franca comunicación" Mayo 1995


Marog
Basta tan solo que se rompa un eslabón, para que la fuerte cadena se separe
No hay que negar que las rupturas siempre son dolorosas, aunque a veces necesarias.
Quien desea realmente cortar el “cordón umbilical”…
Sin embargo, sucede que hay ocasiones donde valdría la pena considerar: ¿La muerte de un enfermo terminal?...
Son tan frágiles las emociones y tan fuerte el sentimiento. Por ello pensando lo que vamos a hacer, terminamos haciendo lo contrario.
Una cadena unida refleja fortaleza y protección, de manera que al soltarse se disgrega, perdiéndose en un instante el propósito de la atadura.
Insistir en hallar el eslabón, es un paso para ese volver a unir; tal vez con mayor seguridad y fuerza, antes de que se disperse lo contenido.
Marog
Mayo ‘95

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